Existen muchas formas de ahorrar energía para reducir el monto de las facturas de electricidad en una vivienda. Aquí se presenta un resumen de los mejores consejos para lograrlo de manera simple y efectiva.
Un primer consejo simple para reducir su factura de electricidad es optar por un nuevo proveedor de energía. Es posible que su contrato actual no sea el más interesante en términos de tarifas.
Hoy en día hay una gran cantidad de proveedores que ofrecen ofertas de electricidad a precios variables. No dude en compararlas para encontrar la más atractiva y pagar su electricidad más barata. Sin embargo, asegúrese de informarse bien sobre las opciones tarifarias (Horas Valle, Tarifa base…) y los tipos de contrato: precio fijo o precio indexado a los precios regulados.
Tenga en cuenta que cambiar de proveedor de energía es un proceso muy poco restrictivo. Solo necesita elegir una oferta de electricidad y suscribirse en línea o por internet. Su nuevo proveedor se encargará luego de los trámites de cancelación de su antiguo contrato y de la puesta en marcha del contador.
Cuando suscribe un contrato de electricidad con un proveedor, debe elegir la potencia del contador eléctrico. Es importante tomar la decisión correcta porque esto puede tener un impacto significativo en el monto de las facturas.
De hecho, el costo de su suscripción de electricidad puede ser más o menos elevado según la potencia contratada. Por ejemplo, una suscripción con una potencia de 6 kVa costará mucho más que una suscripción con una potencia de 3 kVa.
Para determinar la potencia correcta del contador, es necesario estimar el consumo máximo de electricidad del hogar teniendo en cuenta varios criterios: superficie, tipo de calefacción o incluso equipos eléctricos utilizados. El objetivo es suscribir una potencia que no sea demasiado alta para ahorrar en sus facturas, pero tampoco demasiado baja para evitar cortes de energía.
La mejor manera de reducir el monto de sus facturas de electricidad sigue siendo reducir su consumo. Para ello, puede adoptar ciertos hábitos, incluyendo:
Si necesita comprar electrodomésticos, es prudente revisar su clase energética. Esta indica si el equipo es más o menos eficiente en energía. Se representa con una letra que puede ir de la A a la G. Cuanto más cerca esté la letra de la A
, menos electricidad consume el aparato para funcionar.
Aunque una buena etiqueta energética puede tener cierto impacto en el precio de compra, la inversión acabará por rentabilizarse a través de los ahorros realizados en sus facturas de electricidad. Para aparatos que consumen mucha energía (especialmente los electrodomésticos grandes), esto realmente puede marcar la diferencia.
Si su vivienda está calefaccionada con electricidad, este es el área en la que debe centrarse prioritariamente para ahorrar. De hecho, es la primera fuente de gasto energético en un hogar. Por ejemplo, asegúrese de no abusar de la calefacción y de regular inteligentemente la temperatura en las habitaciones.
En cuanto al agua caliente, también es importante evitar el desperdicio aplicando algunos gestos simples: dar preferencia a duchas cortas sobre baños, no dejar correr el agua innecesariamente o ajustar el calentador de agua a una temperatura moderada entre 55 y 60°C.